A partir de hoy el Banco Central podrá realizar intervenciones
cambiarias sin restricciones para atenuar la volatilidad cambiaria excesiva aún
dentro de la zona de no intervención. El monto de pesos
resultante será descontado de la meta de base monetaria, lo que bajo tales
circunstancias implica reforzar el sesgo contractivo del régimen
monetario-cambiario vigente.
Este cambio tan esperado muestra pragmatismo por parte del FMI y del
Banco Central, tras una semana muy difícil, en la que el tipo de
cambio operó con mucha volatilidad y terminó subiendo 8%, y el riesgo país
subió 110 puntos hasta rondar los 1,000 puntos básicos, el nivel más alto de
los últimos cinco años. Para el FMI este cambio implica abandonar un principio
que siempre guió sus programas de asistencia financiera: la no intervención
cambiaria.
A la vez implica un doble reconocimiento. Por un lado, las dificultades que
presenta contener la volatilidad del tipo de cambio bajo un régimen de control
de agregados monetarios. La facultad de poder intervenir en cualquier
momento implica un abandono solapado a dicho régimen. Por el otro, la importancia de acotar la volatilidad
nominal en una economía bimonetaria donde el dólar es una referencia ineludible
para determinar precios y expectativas, y como tal su volatilidad exacerbada
tiende a paralizar la actividad económica.
La posibilidad de intervenir para acotar la volatilidad cambiaria
excesiva nos parece una medida muy acertada en este contexto. El mero anuncio ya tuvo resultados positivos en la jornada del lunes. No
obstante, no hay que perder de vista que
la aversión al riesgo argentino continúa siendo elevada y que lo mejor a lo
que se puede aspirar antes de las elecciones es a atenuar una volatilidad que igualmente seguirá siendo elevada en términos
históricos.
Mientras tanto, el Tesoro continuará vendiendo USD 60 millones por día.
Queda dando vueltas el interrogante de si estas subastas se suspenderán más adelante una vez el Tesoro complete el financiamiento en pesos de
su programa financiero este año, el cual podría ser complementado con mayores
emisiones de deuda en pesos, o si
quedarán sujetas a la discrecionalidad del Tesoro para ser realizadas en
jornadas de mayor volatilidad.
¿En qué consistió puntualmente el anuncio?
ü El BCRA podrá realizar ventas de dólares aún si el tipo de cambio se
ubicara por debajo de ARS 51.5 por dólar, cuyo monto y frecuencia dependerán de
la dinámica del mercado.
ü Si el tipo de cambio se ubicara por encima de ARS 51.5, el BCRA
incrementará de USD 150 a USD 250 millones el monto de la venta diaria
estipulada hasta ahora. Asimismo, podrá determinar la realización de
intervenciones adicionales para contrarrestar episodios de excesiva volatilidad
si lo considerase necesario. Es decir, el Banco Central tendrá el límite de USD
250 millones sólo si el tipo de cambio supera ese techo y siempre y cuando no
haya excesiva volatilidad.
ü En todos los casos el monto de pesos resultante de estas ventas será
descontado de la meta de base monetaria.
ü El Banco Central no comprará divisas hasta junio de este año si el tipo
de cambio llegara a encontrarse por debajo de ARS 39.75.
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