miércoles, 28 de febrero de 2018

Luces y sombras del 2018

Este año la economía volverá a crecer y romperá una racha de muchos años sin crecer dos años seguidos. El crecimiento del año pasado dejó para este año un arrastre estadístico de un punto, que invita a pensar que la economía podrá volver a expandirse en torno al 3.0% anual.
Las buenas noticias seguirán llegando de la mano de la inversión, que probablemente crezca cerca de 10%, y también desde Brasil, que volverá a crecer y aumentar su demanda luego de varios años difíciles.
No obstante, también se proyectan algunas sombras sobre la economía argentina. Este año la cosecha será menor por la sequía y el consumo tendrá menos espacio para crecer. Brasil, la inversión, la cosecha y el consumo son cuatro ejes para entender el 2018.
Brasil: crecerá alrededor de 3%, lo que es una buena noticia para la industria y las exportaciones argentinas, en donde se destaca el sector automotriz. El repunte de Brasil y su contribución a la industria y las exportaciones le aportaría al PBI cerca de medio punto de crecimiento este año.
Inversión: las inversiones en construcción e infraestructura crecerán de la mano de la obra pública y el comienzo de los proyectos PPP, concentrados sobre todo en el sector de vialidad. A su vez, la IED podría crecer hasta los USD 15,000 millones, casi un punto del PBI más que el año pasado, cuando rondó los USD 10,000 millones.
La cosecha: se estima que la sequía provocará pérdidas en la cosecha de soja de 10 millones de toneladas respecto a la campaña del año pasado, que se ubicó en 57.5 millones. La sequía también podría afectar parte de la cosecha de trigo y maíz. A primera vista, estas novedades representan pérdidas cercanas a medio punto del PBI.
El consumo: este año las negociaciones salariales serán más tirantes. Ya se recuperó la pérdida del poder adquisitivo de 2016, no es un año electoral y el Gobierno pretende aumentos salariales más cercanos a la meta de inflación y sin cláusula gatillo. Tras crecer el año pasado cerca de 2.5% en términos reales, este año esperamos que los salarios reales crezcan entre 0.5% y 1.0%. A su vez, tras el cambio en la ley de movilidad, las jubilaciones y ayudas sociales crecerán menos que el año pasado en términos reales.
Nuestras previsiones toman como premisa que el escenario financiero internacional no se complica materialmente. La suba de tasas en Estados Unidos en lo que resta del año no sería tan rápida como se ha visto hasta ahora desde comienzos de año. Como no prevemos un apagón en el escenario internacional, la suma algebraica de luces y sombras arroja como resultado un crecimiento del PBI 2018 en el área de 3% anual.

jueves, 15 de febrero de 2018

¿Por qué subieron las expectativas de inflación?

Las expectativas de inflación subieron 2 puntos porcentuales en el último mes. Según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado que realiza el Banco Central, se ubican en 19.4% para fines de 2018, cuando hace un mes estaban en 17.4%.
En el medio, se anunció el relajamiento de las Metas de Inflación y se conoció la inflación de diciembre, que fue un punto porcentual mayor a la esperada. Fue la mayor sorpresa mensual desde que se confecciona el REM. Se ubicó en 3.1%, cuando se esperaba 2.1%.
Es muy tentador atribuir esta reciente suba de dos puntos en las expectativas de inflación exclusivamente al cambio en las Metas de Inflación. No obstante, nos parece exagerado. Las  expectativas también reaccionan a las sorpresas inflacionarias. La de diciembre fue grande.


Cuando la inflación mensual es mayor a la esperada, las expectativas suelen corregirse al alza. Incorporan nueva información que hasta entonces evidentemente no estaba prevista. Tal como se observa en el gráfico, hasta diciembre esta relación ha sido prácticamente de uno a uno. Las expectativas se ajustaban al alza al compás de las sorpresas inflacionarias, y en una magnitud muy similar (casi de uno a uno). Cuando no hubo sorpresas (como sucedió entre mayo y agosto del año pasado), las expectativas se mantuvieron prácticamente sin cambios. 

Tras el anuncio del cambio de metas y la relajación que se descuenta en el sesgo contractivo de la política monetaria, esto cambió y las expectativas subieron dos puntos, un punto más que la sorpresa inflacionaria de diciembre (que fue de un punto). Atribuir todo el aumento en las expectativas de inflación al cambio en las metas de inflación nos parece exagerado. La sorpresa inflacionaria de diciembre fue grande y también debe haber influido en el reciente aumento de las expectativas de inflación.  

martes, 6 de febrero de 2018

El sector automotriz aportaría medio punto de crecimiento en 2018

Tras haber estado estancada en 2017, la producción automotriz este año crecería cerca del 20%, sobre todo de la mano de una fuerte suba de 43% en las exportaciones, gracias a la recuperación económica de Brasil y al mayor dinamismo que están teniendo las ventas a otros destinos.

Las exportaciones de automotores aumentarían hasta unos US$ 8,300 millones este año, desde los US$ 5,800 millones en 2017. Las nuevas inversiones rondan los US$ 1,000 millones anuales. Con todo, el sector automotriz este año le aportaría al PBI cerca de medio punto de crecimiento, en tanto este sector con sus eslabonamientos representa alrededor de 2.5% del PBI.

Las ventas al mercado interno tendrían en cambio un alza mucho más modesta este año, en torno al 5%, según estimó la Asociación de Fabricas de Automotores (ADEFA). Es una moderación destacable, tras el fuerte muy aumento de 27% en los patentamientos el año pasado, en parte apalancados por el crédito y vinculados sobre todo a mayores importaciones (hubo cerca de 200 mil unidades más patentadas e importadas).



El repunte de la demanda brasileña es muy importante para el sector. Este año Brasil crecerá entre 2% y 3%, tras haber caído más de 3% anual en 2015 y 2016. Esta caída achicó su mercado automotriz a unos 2 millones de vehículos, luego de los 3.6 millones de años atrás. Esta recuperación probablemente permita cumplir este año con el "flex" de 1.5 (relación entre exportaciones e importaciones), que el año pasado no pudo cumplirse. La completa liberalización del comercio bilateral con Brasil se alcanzaría en el año 2020, según lo acordado. 

Si bien las exportaciones siguen estando muy concentradas en Brasil (65% del total), el año pasado las exportaciones a otros países crecieron muy fuertemente (41% anual), donde se destacan sobre todo países de Centroamérica (8.5% del total), y en menor medida, Perú (4.6%), Chile (4.6%), Perú, México (4.1%), Nueva Zelanda y Australia (3.6%) y Colombia (3.2%), país con el que se celebró un acuerdo comercial el año pasado. Hace unos años las exportaciones a Brasil representaban más del 80% del total. 

Este crecimiento de las exportaciones a otros destinos ha estado apuntalado casi exclusivamente por el segmento de las pickups. En efecto, el 90% de las exportaciones automotrices a otros países son pickups, donde se destaca la Toyota Hilux. De hecho, sólo este modelo representó el año pasado cerca de la mitad de todas las exportaciones automotrices. En este segmento, de pickpus y vehículos de media y alta gama con alto valor agregado, se están dando una interesante especialización y una elevada integración a las cadenas globales de valor.

El panorama sectorial de mediano plazo es alentador. El sector estará recibiendo inversiones por unos US$ 5,000 millones de aquí hasta el año 2023, cuando proyecta alcanzar una producción de un millón de unidades.