El calendario
electoral marca al 11 de agosto con las primarias o PASO como la línea de
largada en la carrera presidencial. Hasta entonces se esperan varios aumentos
de tarifas, sobre todo en el área metropolitana, que se suman a los ya
realizados en enero. Los ajustes que se
esperan entre febrero y agosto inclusive tendrán un efecto directo sobre la
inflación nacional que rondará los 3.3 puntos porcentuales, si se consideran la
luz, el agua, el gas, el colectivo, la medicina prepaga y la telefonía móvil.
La mayor parte se concentra en febrero, marzo y abril, con una incidencia que
ronda 1 punto por mes.
Si solamente se
consideran los servicios públicos (luz, agua, gas y colectivos) la incidencia
de aquí a agosto rondará los 3.0 puntos porcentuales. Es un impulso de las tarifas a la inflación general similar al de
otros años como 2016 y 2017. Si bien en aquellos años los ajustes tarifarios
fueron mucho mayores en porcentaje -superiores al 200% anual-, el peso de los
servicios en el gasto o en la canasta del IPC era menor en aquel entonces y por
ende se atenuaba el efecto final o la incidencia sobre la inflación general.
Hoy los aumentos porcentuales son menores que en aquellos años pero se
potencian porque los precios relativos de los servicios públicos son mayores.
Ya representan el 10% del gasto de los hogares, frente al 3% en 2015.
No obstante, es probable que haya más ajustes tarifarios a los ya
anunciados, sobre todo hacia fin de año y después de las elecciones. A su vez, hasta ahora se dio a conocer solo un aumento del 5% en febrero
a la medicina prepaga, pero seguramente se darán a conocer nuevos ajustes en
los próximos meses. La medicina prepaga tiene un mayor peso en el AMBA que en
el resto del país.
Los ajustes de tarifas de febrero -electricidad, colectivo y prepagas-
tendrán una incidencia directa cercana a 1.0 punto porcentual sobre la
inflación nacional, los ajustes de marzo -electricidad, colectivo y celulares-
de 0.8 puntos y los de marzo -gas- de 1.0 punto. Los ajustes de enero -agua y colectivo- tuvieron una incidencia directa
cercana a 0.6 puntos. Cabe destacar que la incidencia directa no contempla
potenciales efectos de segunda ronda sobre el resto de los precios de la
economía. La inflación mensual, que en
enero fue de 2.9% y mayor a la esperada, creemos que seguirá siendo alta en los
próximos meses, en torno al 3% mensual.