Estados
Unidos, Francia y España se sumaron a los países que establecieron severos
controles a la circulación de personas con el objetivo de “administrar” la
velocidad de contagio de Coronavirus. El plan es que el sistema de salud no colapse y para ello se está
limitando el contacto social, pero la cuarentena afectará con virulencia al
sector servicios, además de los ya afectados de turismo y energía.
A
pesar de los estímulos fiscales y otra tanda de medidas de emergencia de los
Bancos Centrales, en el mejor de los casos estaríamos ante un frenazo mundial
de tan sólo un trimestre, con salida en forma de “V”, pero no está del todo
claro que la recuperación llegue tan rápido. De
acuerdo a estimaciones preliminares, el efecto de la crisis se daría de lleno
durante el primer trimestre del año en el caso de China, en tanto que para
Estados Unidos y Europa el impacto se haría sentir más fuerte durante el
segundo trimestre. El impacto para
Argentina va a ser también duro y el PBI podría caer al menos 1.9% en el año,
aun asumiendo un acuerdo con los acreedores por el tema de la deuda durante el
primer semestre, algo mucho más incierto en este panorama mundial.
¿Cómo
reaccionó el resto del mundo frente al shock?
ü Recientes medidas
fiscales:
Aumento de gasto público y/o reducción de impuestos a
los sectores más afectados. En Estados Unidos el paquete alcanzaría a los US$
50,000 millones, en Italia a EUR 25,000 millones y Alemania todavía no lo ha
cuantificado, pero sí ha declarado que piensa abandonar su postura de superávit
fiscal. El G7 se comprometió a tomar medidas para retomar el crecimiento de PBI
esperado antes del Coronavirus, pero hay muchas dudas de que eso pueda
lograrse. Por caso, el Instituto Internacional de Finanzas (IIF) estima un
crecimiento global de sólo 1% en 2020, frente a 2.6% en 2019.
ü Recientes medidas
monetarias: La Fed acaba de recortar nuevamente tasas de
interés en un movimiento de urgencia, llevando las tasas prácticamente a
cero. Además, se lanzó la cuarta versión
del programa de compra de bonos donde podrá inyectar liquidez por hasta US$
700,000 millones retirando bonos del Tesoro o de Agencias de gobierno. Por
último, habilitaron la ventanilla de pases para inyectar liquidez por hasta US$
500,000 millones por día. Otros Bancos Centrales redujeron el costo de sus
líneas de swaps de monedas, para asegurar que todos los inversores pueden
acceder a liquidez en dólares en condiciones de precio cada vez más accesible. Las medidas monetarias son para control de
daños, y apuntan a evitar o morigerar el stress financiero, pero difícilmente
puedan compensar la caída de demanda por las cuarentenas masivas.
¿Cuál
es la situación de Argentina?El shock de Coronavirus nos ha tomado por sorpresa
y con defensas bajas. No hay espacio para
medidas fiscales significativas, ya que el déficit primario comienza el año en
ascenso por aumento de gasto social y caída de recaudación. En lo monetario, el
Banco Central ya recortó 25 puntos porcentuales la tasa de política y la
expansión de base monetaria del cuarto trimestre del año pasado no se pudo
reabsorber en lo que va del primer trimestre. A diferencia de otros países, en
Argentina no tenemos confianza en el Peso y por eso sería muy arriesgado
intentar una expansión monetaria adicional, que probablemente iría a brecha
cambiaria o a precios.
El
gobierno argentino está evaluando alternativas de política económica, pero
dadas las restricciones fiscales y monetarias, lamentablemente el golpe a la
demanda a través de destrucción de empleo y caída de consumo va a ser fuerte. La caída trimestral de consumo
del primer trimestre alcanzaría a 0.7%, seguida de otra caída de 1.2% el
trimestre siguiente. Pero además, el
cronograma de negociación de la deuda se puso en riesgo de llegar a buen
puerto, con lo cual la caída de PBI este año podría ser aún mayor.
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