miércoles, 18 de marzo de 2020

El distanciamiento social va a pegar duro en la actividad


Estados Unidos, Francia y España se sumaron a los países que establecieron severos controles a la circulación de personas con el objetivo de “administrar” la velocidad de contagio de Coronavirus.  El plan es que el sistema de salud no colapse y para ello se está limitando el contacto social, pero la cuarentena afectará con virulencia al sector servicios, además de los ya afectados de turismo y energía. 
A pesar de los estímulos fiscales y otra tanda de medidas de emergencia de los Bancos Centrales, en el mejor de los casos estaríamos ante un frenazo mundial de tan sólo un trimestre, con salida en forma de “V”, pero no está del todo claro que la recuperación llegue tan rápido. De acuerdo a estimaciones preliminares, el efecto de la crisis se daría de lleno durante el primer trimestre del año en el caso de China, en tanto que para Estados Unidos y Europa el impacto se haría sentir más fuerte durante el segundo trimestre. El impacto para Argentina va a ser también duro y el PBI podría caer al menos 1.9% en el año, aun asumiendo un acuerdo con los acreedores por el tema de la deuda durante el primer semestre, algo mucho más incierto en este panorama mundial.
¿Cómo reaccionó el resto del mundo frente al shock?

ü  Recientes medidas fiscales: Aumento de gasto público y/o reducción de impuestos a los sectores más afectados. En Estados Unidos el paquete alcanzaría a los US$ 50,000 millones, en Italia a EUR 25,000 millones y Alemania todavía no lo ha cuantificado, pero sí ha declarado que piensa abandonar su postura de superávit fiscal. El G7 se comprometió a tomar medidas para retomar el crecimiento de PBI esperado antes del Coronavirus, pero hay muchas dudas de que eso pueda lograrse. Por caso, el Instituto Internacional de Finanzas (IIF) estima un crecimiento global de sólo 1% en 2020, frente a 2.6% en 2019.
ü  Recientes medidas monetarias: La Fed acaba de recortar nuevamente tasas de interés en un movimiento de urgencia, llevando las tasas prácticamente a cero.  Además, se lanzó la cuarta versión del programa de compra de bonos donde podrá inyectar liquidez por hasta US$ 700,000 millones retirando bonos del Tesoro o de Agencias de gobierno. Por último, habilitaron la ventanilla de pases para inyectar liquidez por hasta US$ 500,000 millones por día. Otros Bancos Centrales redujeron el costo de sus líneas de swaps de monedas, para asegurar que todos los inversores pueden acceder a liquidez en dólares en condiciones de precio cada vez más accesible. Las medidas monetarias son para control de daños, y apuntan a evitar o morigerar el stress financiero, pero difícilmente puedan compensar la caída de demanda por las cuarentenas masivas.

¿Cuál es la situación de Argentina?El shock de Coronavirus nos ha tomado por sorpresa y con defensas bajas. No hay espacio para medidas fiscales significativas, ya que el déficit primario comienza el año en ascenso por aumento de gasto social y caída de recaudación. En lo monetario, el Banco Central ya recortó 25 puntos porcentuales la tasa de política y la expansión de base monetaria del cuarto trimestre del año pasado no se pudo reabsorber en lo que va del primer trimestre. A diferencia de otros países, en Argentina no tenemos confianza en el Peso y por eso sería muy arriesgado intentar una expansión monetaria adicional, que probablemente iría a brecha cambiaria o a precios.
El gobierno argentino está evaluando alternativas de política económica, pero dadas las restricciones fiscales y monetarias, lamentablemente el golpe a la demanda a través de destrucción de empleo y caída de consumo va a ser fuerte.  La caída trimestral de consumo del primer trimestre alcanzaría a 0.7%, seguida de otra caída de 1.2% el trimestre siguiente. Pero además, el cronograma de negociación de la deuda se puso en riesgo de llegar a buen puerto, con lo cual la caída de PBI este año podría ser aún mayor.     

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