Las idas y vueltas entre la
Provincia de Buenos Aires y los acreedores por la postergación del pago
del capital del BP21, el anuncio de canje del bono dual AF20 con cierre
para el día de hoy informado el viernes pasado a última hora, más el
anuncio hoy de la extensión de dicho canje hasta mañana a las 13hs son un buen
ejemplo de cómo pueden ser las negociaciones cuando no hay suficiente
anticipación y claridad en las definiciones. Hasta ahora no se conoce un plan
fiscal ni una propuesta integral de canje por jurisdicción. Esto aplica tanto
para la Nación como para la Provincia de Buenos Aires. Por ahora las
negociaciones con los acreedores parecen darse sobre la marcha, a medida que se
aproximan los vencimientos.
Lo bueno es que
probablemente en poco más de una semana el panorama empiece a ser más claro, una vez que se anuncie la propuesta de canje para los
bonos ley extranjera, se presenten los lineamientos del análisis de
sostenibilidad de la deuda en el Congreso -que debería contemplar metas
fiscales- y se reciba la visita del FMI. El reciente viaje de Alberto Fernández
por Europa muestra que el Gobierno busca el apoyo político de esos países en el
directorio del FMI, para que el organismo respalde la propuesta de canje a los
acreedores y una renegociación del programa de Stand-By.
No obstante, ante la
falta de mayores definiciones, en las últimas semanas ha habido muchas idas y
vueltas. Primero, la
Provincia de Buenos Aires solicitó la postergación hasta mayo del pago de
capital del BP21 por US$ 250 millones que venció el 26 de
enero, comprometiéndose a abonar los intereses a término. Ante la poca
receptividad, endulzó la propuesta ofreciendo adelantar los intereses hasta
mayo. Hoy ofreció pagar el 30% del capital y postergar el 70% restante. Ante
esto, transcendió que uno de los principales tenedores del BP21 solicitó el 50%
del capital para aceptar la postergación. Si bien estas concesiones son una
muestra de buena fe, sientan un precedente: si la negociación de la deuda
soberana se demora y la provincia quiere otra postergación de los próximos
vencimientos (en mayo vencen bonos por US$ 110 millones más el pago
potencialmente postergado del BP21), los acreedores tendrán incentivos para
endurecer su postura y demorar la aceptación. Además, y más importante, esta tensión
muestra que la negociación con los fondos del exterior que cuentan con
grandes acreencias de bonos bajo ley extranjera no será para nada sencilla.
A nivel nacional, el
viernes pasado a última hora el Gobierno anunció un canje voluntario del bono
dual AF20, que vence el próximo 13 de febrero por AR$ 105 mil
millones. El rumor de un anuncio había trascendido durante el horario de
mercado, lo que hizo que el bono llegara a caer hasta 13% el viernes.
Finalmente, se anunció un canje voluntario por cuatro bonos diferentes, cuyos
términos, al igual que sucedió en el canje de Lecaps por Bonads, no son más
favorables que recibir el pago del AF20 a término y reinvertirlo en títulos ya
existentes similares a los ofrecidos en el canje. No obstante, al ser
un bono bajo legislación local, el Gobierno seguramente está invitando
amablemente a los grandes fondos del exterior a participar del canje. Los
fondos saben que colaborar está en su propio interés, en tanto el Gobierno
necesita lograr en los próximos meses un buen porcentaje de refinanciamiento de
los vencimientos en pesos que enfrenta a efectos de evitar así un nuevo
reperfilamiento, lo que los perjudicaría como acreedores.
Como anécdota para ilustrar
el momento, en el día de hoy estaba prevista una licitación de letras en pesos,
de acuerdo al cronograma preliminar de licitaciones de letras en pesos
presentado por Hacienda el 23 de enero pasado. No hubo novedades.
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