miércoles, 21 de agosto de 2019

Medidas para atender la emergencia


La respuesta del Gobierno a la crisis de confianza desatada tras el resultado electoral y la caída en el valor los activos argentinos puede agruparse en tres frentes: defender el nuevo rango del tipo de cambio, compensar a los sectores más expuestos a la aceleración inflacionaria en curso y mantener vigente el programa con el FMI.
Por el lado cambiario, utilizar todas las herramientas disponibles para acotar la volatilidad del tipo de cambio dentro del nuevo rango en que se encuentra tras el salto del lunes pasado. Esto implica por primera vez en casi un año intervenciones no esterilizadas en el mercado spot, que refuerzan el sesgo contractivo del programa monetario del Banco Central, por hasta ahora unos USD 600 millones. Estas intervenciones se suman a la venta de futuros en Rofex y apuntan a contener el tipo de cambio nominal.  Tanto Sandleris desde el Banco Central, como el nuevo Ministro de Hacienda Lacunza, e incluso el candidato Alberto Fernández y sus referentes económicos, fueron todos muy enfáticos en que el actual tipo de cambio resulta "razonable" e incluso algo superior a su "valor de equilibrio".
Por el lado fiscal, una serie de compensaciones orientadas a los sectores más vulnerables. Por un lado, rebaja al 0% del IVA a los alimentos básicos (casi todos pagaban 21%) y congelamiento de las cuotas hipotecarias UVA, en ambos casos hasta diciembre, suba del salario mínimo y del mínimo no imponible en Ganancias (unos AR$ 2,000 pesos por mes para unos 2 millones de trabajadores), recorte de aportes personales, congelamiento por 90 días a naftas y combustibles, pago extra para la AUH, bono para fuerzas de seguridad, facilidades tributarias para las Pymes y aumento del 50% en las cuotas Progresar, entre otras medidas. El costo fiscal del paquete se estima en unos AR$ 60 mil millones (0.3% del PBI), que provendrá de una reasignación de partidas presupuestarias, en particular, de un recorte a los gastos de capital del programa de inversiones prioritarias (PIP).
Tanto Lacunza como Sandleris destacaron que estas medidas respetan los parámetros fiscales y monetarios vigentes bajo el actual acuerdo con el FMI. En este sentido, el objetivo fue despejar cualquier tipo de duda respecto al próximo desembolso del FMI, equivalente a unos USD 5,400 millones que se esperan el próximo 15 de septiembre (y corresponden al trimestre terminado en junio pasado y para el cual se han cumplido los criterios más importantes). Creemos que el apoyo del FMI mediante dicho desembolso resulta fundamental para terminar de estabilizar a corto plazo el tipo de cambio y las principales variables financieras de cara a las elecciones de octubre.  De  todos modos, el monitoreo de variables debe ser diario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario