miércoles, 24 de julio de 2019

El Banco Central no está relajando el programa monetario


El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central decidió hoy adaptar a un plazo bimestral el cumplimiento de la meta de base monetaria en el período julio-agosto, dejando la meta promedio sin cambios en AR$ 1.343 billones.
Lejos de ser un relajamiento de la política, el cambio busca evitar que el esquema se vuelva excesivamente contractivo en julio y extremadamente expansivo en agosto, sólo como consecuencia de la estrategia de integración de encajes de los bancos. Para que no haya ninguna duda al respecto, el Banco Central anunció que mantendrá el piso de tasa de Leliq en 58% al menos hasta mediados de agosto.
Veamos la dinámica de los elementos que constituyen la base monetaria en lo que va de julio:

ü  Encajes: en contra de lo esperado por el BCRA, los bancos prefirieron errar por el lado seguro en su proyección de escenarios post PASO. Para protegerse de una hipotética inestabilidad de depósitos y subas de tasas de interés en un escenario complicado, están integrando encajes durante el mes de julio por un monto mayor al requerido para el bimestre. Cuando los bancos sobre-encajan, mantienen un saldo mayor en la cuenta de integración y demandan menos Leliq, por lo que la base monetaria aumenta temporalmente. Ese desvío se corrige cuando compensan con una menor integración más adelante, colocando en Leliq y reduciendo el saldo en la cuenta del Banco Central. Queda claro entonces que, de no enmendar el seguimiento a un esquema bimestral, la decisión de los bancos llevaría al Banco Central a absorber mucha base monetaria en julio y expandir mucha base monetaria en agosto, cuando el promedio se mantiene sin cambios.

ü  Circulante: el crecimiento de billetes y monedas está siendo mayor al que estacionalmente debería registrarse en julio. En lugar de los AR$ 45,000 millones estimados por el Banco Central (que gatillaron la baja de encajes de plazo fijo a principios de mes), el crecimiento se ubica en unos AR$ 10,000 millones extra. Esta tendencia, en caso de confirmarse y sostenerse, es consecuencia de la fortísima caída de la monetización a partir de junio del año pasado, que lentamente está comenzando a ceder. De cualquier modo, todavía es prematuro considerar que el ciclo de monetización ya pegó la vuelta, y la clave es considerar el factor político en las próximas semanas.

Para que los cambios no se interpreten como un relajamiento de la política monetaria, el Copom no sólo decidió mantener constante la tasa mínima de Leliq en 58% hasta tanto se conozca el próximo dato de inflación, sino que también el Directorio del BCRA subió en 3 puntos porcentuales la fracción de los encajes por los depósitos a plazo fijo que las entidades están habilitadas a integrar con Leliq. En la práctica, esto mejora el rendimiento que obtendrán los depositantes y el sesgo contractivo de la política monetaria es mayor, ya que aún con la misma tasa de Leliq, la tasa pasiva será más alta, estimulando la demanda de activos en pesos.

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