Alberto Fernández cumplió con su promesa y dio a conocer el viernes
pasado a las primeras líneas que lo acompañarán en el comienzo de su gestión.
Falta mucho por develarse aún, pero a modo preliminar puede concluirse que los puestos clave en el Banco Central
(Miguel Angel Pesce), Cancillería (Felipe Solá) y Hacienda (Martin Guzmán)
tienen más impronta de Alberto que de Cristina y eso trajo algo de alivio
al mercado.
A la espera de más definiciones, la más
inminente es la de las segundas líneas, que no es un tema menor. Si los designados a las espaldas de Pesce,
Guzmán y Solá no funcionan como marcadores centrales respondiendo a otros
sectores de la coalición, se confirmará la autonomía de Alberto en estos puntos
neurálgicos y eso será nuevamente leído como una buena noticia. Además, si se
anunciaran funcionarios experimentados en las segundas líneas (especialmente en
Hacienda), se agregaría mucho valor a la administración de la crisis,
especialmente cuando el tiempo es tan escaso como ocurre hoy en día. Tampoco se dieron a conocer aún los
directores de otros organismos importantes, como la CNV y el Banco Nación,
entre otros.
Luego de anunciado el gabinete completo, la
lista de temas por aclarar durante el verano continúa:
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La construcción de un programa fiscal con disciplina de mediano plazo que lleve a
un superávit, pero que no ahogue y permita la reactivación de la economía es la
columna vertebral de cualquier propuesta a acreedores. Esto requiere aprobación del Congreso, así
que es difícil tener algo concreto antes de fin de año.
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El avance en el diseño de un nuevo programa
con el FMI, es sin dudas
para nosotros otro foco de atención, ya que el FMI es el acreedor principal y
privilegiado, y su palabra como experto en temas fiscales es fundamental para
el resto de los acreedores.
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Las negociaciones por la deuda, en momentos en que Argentina enfrenta una
situación crítica en términos de reservas internacionales y restricción de
crédito. Priorizar el pago de la deuda con ley extranjera o simplemente
interrumpir los pagos de toda la deuda son alternativas, pero no todas tienen
el mismo grado de disrupción.
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El nuevo marco para la política monetaria, que ya se percibe como menos restrictiva y
muy probablemente se acomode a lo fiscal, que nuevamente dominará el escenario.
Como puede observarse, todavía
son más los interrogantes que las respuestas. Sin embargo, la salida de la
crisis será paso a paso, y la conformación del gabinete de Alberto Fernández
(al menos en lo que a economía y finanzas concierne) ha resultado en línea con
las expectativas, si es que no las ha superado levemente.
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