El Gobierno Nacional necesita de aquí a fin de año
unos AR$ 330 mil millones de pesos para cubrir el déficit primario -que en diciembre es estacionalmente
alto por el pago de aguinaldos y otros gastos- y los pagos de intereses y
capital de las letras en pesos que fueran reperfiladas a fines de agosto y que
vencen en lo que resta del año.
Ante este panorama
y sin acceso a fuentes de financiamiento ni a recursos en pesos por semejante
monto, a fines de octubre se conoció un decreto
del ejecutivo que habilita al Banco Central a efectuarle adelantos transitorios
al Tesoro por hasta AR$ 400,000 millones. Este decreto rompió con un
principio instalado en los últimos años y reforzado en el ya abandonado
programa con el FMI: no financiar al Tesoro mediante emisión monetaria. La
necesidad tiene cara de hereje.
Pero
en el horizonte aparecen otras fuentes de emisión de pesos más allá de las
necesarias para pagar el déficit y cancelar las letras reperfiladas. La más
reciente, es la emisión de pesos para la compra de reservas. Desde el reforzamiento de los controles cambiarios, el Banco Central ya
compró unos USD 1,000 millones, lo que representa una emisión de AR$ 60,000
millones. Esto es muy diferente a lo que venía sucediendo. Hasta el control de cambios, la venta de reservas fue el factor de
contracción de pesos más importante en el año, incluso más que las Leliqs y
los Pases juntos. Pero esta fuente de
absorción de pesos no estará más disponible en el futuro inmediato.
El
promovido desarme del stock de Leliqs es otra reciente fuente de emisión de
pesos que debe ser considerada hacia adelante,
sobre todo en tanto sigan bajando las tasas de interés y el próximo Gobierno
siga decidido en eliminarlas. Se puede
especular también que algunas provincias más adelante puedan llegar a
demandarle asistencia financiera en pesos a la Nación para enfrentar sus
compromisos, sobre todo las más complicadas en el plano fiscal. La provincia de
Buenos Aires aparece por su peso en esa lista.
Ante semejante potencial aumento de la emisión
de pesos, la prioridad debe ser entonces
recrear la confianza para contar con un instrumento en pesos que permita
regular la oferta monetaria. Pagar las letras reperfiladas tal vez sea el
primer paso necesario para ir recreando la confianza en el mercado de pesos
y poder contar con un instrumento que permita absorber pesos.
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