martes, 12 de marzo de 2019

El divorcio entre Wall Street y Main Street


La economía de Estados Unidos muestra señales de desaceleración. Sin embargo, los mercados de acciones nos trajeron un enero de película y un febrero sólido. El índice S&P 500 avanzó 7.8% el primer mes del año y reforzó la tendencia con un crecimiento de 3% el mes pasado. Es cierto que una coyuntura muy desfavorable a fin de año lo había llevado a caer 9.2% en diciembre y 6.2% en el año 2018, pero el rebote del 2019 ha sido importante.   
Mientras tanto, la tasa americana de 10 años se ha mantenido relativamente estable en la zona de 2.60 a 2.75%. Ese es el mejor de los mundos para Argentina: una economía americana que se debilita pero que a la vez evita la recesión. Un “soft landing” asegura que esta desaceleración de la principal economía mundial pase a la historia y a la vez permite mantener encendidos en modo “risk on” a los inversores, lo cual es crítico para mantener el riesgo país argentino lo más bajo posible.
Los números publicados recientemente apuntan al debilitamiento y la recesión no parece estar en el horizonte para este año. Sin embargo, no podemos prever con precisión el momento en el que el mercado se anticipa o cuán fuerte puede ser la desaceleración de la actividad.
Mirando por el retrovisor, sabemos que el PBI en Estados Unidos moderó su velocidad de crecimiento en el cuarto trimestre de 2018 y que la expansión real fue de 2.6% en ese período y de 2.9% acumulado en el año. Los números publicados en marzo no fueron positivos para Main Street: 
ü  Consumo personal, consumo real e ingreso personal más débil que lo esperado.
ü  Inflación medida por precios al consumidor implícitos (PCE, la medida preferida de inflación de la Fed por tratarse de una canasta más amplia que la del IPC) estables a ligeramente decrecientes.
ü  Creación de empleo no agrícola medido por el índice ADP (Automatic Data Processing es el auspiciante de este sondeo),  menor a la esperada.
ü  Actividad manufacturera medida por el ISM-PMI (Purchasing Managers’ Index) por debajo de las expectativas.
Mucho más interesante para tener el termómetro de la calle son los “nowcasts” que publican los diferentes bancos que integran el sistema de la Reserva Federal. Se trata de estimaciones “on line” del PBI usando diferentes metodologías, que incorporan los últimos datos disponibles, tanto "duros" como "blandos", procesados por modelos matemáticos sin ningún ajuste subjetivo.
Si bien no es la primera vez que sucede, llama la atención la diferencia entre los nowcasts para el crecimiento trimestral anualizado del primer trimestre 2019 de las Reservas Federales de Nueva York (0.9%) y Atlanta (0.5%), por un lado, y de Saint Louis (2.3%), por el otro. Mientras que las primeras consideran "data dura", la metodología de la Fed de Saint Louis incorpora "data blanda" (como expectativas). Habrá que aguardar a conocer el dato de PBI del primer trimestre (primera estimación se conocerá el 26 de abril) para despejar el misterio, y de paso comprender mejor cuál fue el efecto del "government shutdown" que condicionó a la actividad económica en los primeros meses del año. 
Está claro que la desaceleración suave es la que más le conviene a Argentina por lo ya comentado. Esperemos que Saint Louis sea el mejor estimador.


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