La economía de Estados Unidos muestra señales de
desaceleración. Sin embargo, los mercados de acciones nos trajeron un enero de
película y un febrero sólido. El
índice S&P 500 avanzó 7.8% el primer mes del año y reforzó la tendencia con
un crecimiento de 3% el mes pasado. Es
cierto que una coyuntura muy desfavorable a fin de año lo había llevado a caer
9.2% en diciembre y 6.2% en el año 2018, pero el rebote del 2019 ha sido
importante.
Mientras
tanto, la tasa americana de 10 años se ha mantenido relativamente estable en la
zona de 2.60 a 2.75%. Ese es el mejor de
los mundos para Argentina: una economía americana que se debilita pero que a la
vez evita la recesión. Un “soft landing” asegura que esta desaceleración de
la principal economía mundial pase a la historia y a la vez permite mantener
encendidos en modo “risk on” a los inversores, lo cual es crítico para mantener
el riesgo país argentino lo más bajo posible.
Los números publicados recientemente apuntan al
debilitamiento y la recesión no parece estar en el horizonte para este año. Sin embargo, no podemos prever con precisión el
momento en el que el mercado se anticipa o cuán fuerte puede ser la
desaceleración de la actividad.
Mirando
por el retrovisor, sabemos que el PBI en Estados Unidos moderó su velocidad de
crecimiento en el cuarto trimestre de 2018 y que la expansión real fue de 2.6%
en ese período y de 2.9% acumulado en el año. Los números publicados en marzo
no fueron positivos para Main Street:
ü Consumo personal, consumo real e ingreso personal más
débil que lo esperado.
ü Inflación medida por precios al consumidor implícitos
(PCE, la medida preferida de inflación de la Fed por tratarse de una canasta
más amplia que la del IPC) estables a ligeramente decrecientes.
ü Creación de empleo no agrícola medido por el índice
ADP (Automatic Data Processing es el auspiciante de este sondeo), menor a la esperada.
ü Actividad manufacturera medida por el ISM-PMI
(Purchasing Managers’ Index) por debajo de las expectativas.
Mucho más interesante para tener el termómetro de la
calle son los “nowcasts” que publican los diferentes bancos que integran el
sistema de la Reserva Federal. Se
trata de estimaciones “on line” del PBI usando diferentes metodologías, que
incorporan los últimos datos disponibles, tanto "duros" como
"blandos", procesados por modelos matemáticos sin ningún ajuste subjetivo.
Si
bien no es la primera vez que sucede, llama
la atención la diferencia entre los nowcasts para el crecimiento trimestral
anualizado del primer trimestre 2019 de las Reservas Federales de Nueva York
(0.9%) y Atlanta (0.5%), por un lado, y de Saint Louis (2.3%), por el otro.
Mientras que las primeras consideran "data dura", la metodología de
la Fed de Saint Louis incorpora "data blanda" (como expectativas).
Habrá que aguardar a conocer el dato de PBI del primer trimestre (primera
estimación se conocerá el 26 de abril) para despejar el misterio, y de paso
comprender mejor cuál fue el efecto del "government shutdown" que
condicionó a la actividad económica en los primeros meses del año.
Está claro que la desaceleración suave es la que más
le conviene a Argentina por lo ya comentado. Esperemos que Saint Louis sea el
mejor estimador.
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