El FMI dio a
conocer su World Economic Report en
el que discuten las proyecciones de actividad económica a nivel mundial, como
así también el Global Financial
Stability Report que da cuenta de las tendencias en los mercados
financieros.
La expansión económica que comenzó a mediados de 2016
se mantiene, aunque se espera que la performance sea menos balanceada entre
países y regiones. El riesgo de una desaceleración global ha aumentado en los últimos 6
meses. Para 2018 y 2019 se espera un crecimiento del PBI global de 3.7% (un
recorte de 0.2 puntos respecto de las proyecciones de abril). La Zona Euro, el
Reino Unido, Argentina, Brasil, Irán y Turquía sufrieron las mayores disminuciones
para 2019, mientras que Estados Unidos y China tuvieron recortes más bien marginales.
Los riesgos de un “downside” para la actividad
económica global identificados por el FMI son:
· Tensiones en el comercio internacional: la retórica proteccionista se ha transformado en acciones en los
últimos meses con Estados Unidos imponiendo aranceles a USD 200,000 millones de
importaciones de China y con represalias como respuesta. Las implicancias de un
comercio internacional más “trabado” son más volatilidad financiera, menos
inversión, menos producción y más inflación.
· Condiciones financieras que pueden endurecerse más: políticas monetarias más agresivas en
los países desarrollados pueden exponer las vulnerabilidades que el sistema
viene acarreando a nivel global a lo largo de la última década.
Poniendo el foco en el canal financiero, el FMI alerta
sobre cuatro temas en especial:
· El fortalecimiento del dólar y
la suba de tasas en Estados Unidos están volviendo más caro y más escaso el
acceso al crédito internacional de los países emergentes, especialmente a
aquellos que precisan mayor financiación o que tienen fundamentos más débiles.
· La deuda consolidada de
gobiernos, empresas y familias ha crecido muy rápidamente desde la crisis de
2009 y pasó de representar 210% del PBI global en 2008 a 250% en 2017.
· Los países emergentes están
dependiendo más de los mercados internacionales para su financiamiento y se
encuentran expuestos al renovar sus deudas en moneda extranjera.
· Los bancos tienen exposición a clientes
con mayor endeudamiento, las valuaciones de activos están “tirantes” y los estándares
crediticios se están relajando.
En suma, es prematuro quitarse el casco o aflojarse el
cinturón. Siguen habiendo motivos para esperar turbulencias en los mercados
globales en los meses por delante.
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