lunes, 20 de marzo de 2017

Cambios positivos en el cómputo de las cuentas fiscales

El Gobierno modificó la forma en que se imputan algunos ítems correspondientes a los ingresos fiscales por rentas de la propiedad y a los pagos de intereses de la deuda pública. Estos cambios dejan invariante el tamaño del déficit primario, aunque elevan el déficit fiscal tras el pago de intereses.
No obstante, estas modificaciones metodológicas nos parecen muy acertadas, en tanto de ahora en más las cifras de déficit primario y fiscal arrojan una medida correcta del déficit del sector público contra el sector privado, algo que hasta ahora no venía sucediendo exactamente. Desde ahora, las rentas de la propiedad y los pagos de intereses sólo incluyen al sector privado.
En particular, se implementaron tres cambios:
1) Se excluyen las utilidades del Banco Central del resultado fiscal o financiero. Nos parece muy acertado que estas utilidades contables, no económicas, y originadas en las variaciones del tipo de cambio, se incluyan finalmente "debajo de la línea", como una fuente de financiamiento más. Este cambio no afecta el déficit primario aunque deteriora el resultado fiscal en 0.6% del PBI, respecto a la metodología anterior vigente durante la gestión de Prat Gay.
 2) Se excluyen los cobros y pagos de intereses entre entidades del sector público. Esto considera tanto al FGS de ANSES como al resto de los organismos, y se ajusta al criterio de excluir los pagos e ingresos que ocurren entre distintas dependencias del estado. La no exclusión de estos conceptos tendía a elevar "artificialmente" ingresos y gastos. Esto puede hacerse ahora porque desde enero de 2016 todas las dependencias del sector público informan a Hacienda el origen de sus rentas, lo que incluye los cobros de intereses por las tenencias de títulos públicos que poseen. Este cambio deteriora el déficit primario en 0.2% del PBI, aunque no afecta al déficit fiscal. 
3) Se incluyen como ingresos las rentas generadas por activos privados que posee el FGS. Esto se ajusta al criterio ya vigente de incluir las rentas cobradas al sector privado por otras dependencias del estado. Este cambio reduce el déficit primario en 0.2% del PBI, aunque no afecta al fiscal. 
Por último, el Gobierno anunció nuevas metas fiscales para el período 2017-19, incluyendo pautas trimestrales, para un mejor monitoreo. En tanto se mantuvo el objetivo de déficit primario de 4.2% del PBI para este año, las metas para los años 2018-19 son ahora más laxas que antes (3.2% en 2018, frente a 1.8% antes, y 2.2% en 2019, frente a 0.3% antes), bajo el argumento que las viejas metas habían sido formuladas antes de implementarse el programa de Reparación Histórica a los Jubilados. Nos parece fundamental que estas metas no se vuelvan a modificar y se cumplan a rajatabla en 2017-19. El recorte de los subsidios económicos será clave para lograrlo. 

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