La cumbre del G20 este fin
de semana en Buenos Aires fue muy positiva y el documento de la declaración
final trató como temas centrales el comercio mundial, la sustentabilidad
climática, la política económica, la inmigración, el futuro del empleo, la educación
y la igualdad de género. Lo más importante en lo inmediato fue la reunión
bilateral entre Trump y Xi Jinping donde llegaron a una tregua en la guerra
comercial. Si las negociaciones se consolidan cabe esperar una recuperación del
comercio internacional, una mejora en los precios de las materias primas y un
cambio de tendencia para las economías emergentes.
¿Qué podemos esperar para Argentina de todo esto?. La
incertidumbre política seguirá reinando durante el 2019. No
obstante, un mejora en los emergentes probablemente traiga un alivio a los
precios de los activos argentinos. Una compresión del riesgo país desde los
actuales 700 puntos básicos a 600 puntos es probable y deseable para las
próximas semanas. Si bien luego habrá que esperar los sondeos de opinión y ver
cómo evoluciona el repunte de la actividad económica, al menos nos habremos
alejado de la zona de riesgo país actual que es demasiado elevada.
Puntualmente, en un
encuentro tête à tête, Trump y Xi Jinping acordaron poner paños fríos a la
escalada en la guerra comercial, mediante un "cese del fuego" de 90
días, que fue recibido con beneplácito por los mercados. Los comunicados de
prensa de ambas partes no fueron idénticos. Se resumen a continuación:
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Tarifas: hubo acuerdo en no imponer nuevos aranceles a partir del 1 de
enero de 2019. Esto implica que Estados
Unidos no subirá los aranceles del 10 al 25% sobre un monto de importaciones
cercano a los USD 200 mil millones.
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Importaciones: China importará más bienes desde los Estados Unidos para
gradualmente equilibrar la cuenta comercial. Estados Unidos fue más específico
y mencionó sectores como la agricultura, la energía y algunos sectores
industriales como prioritarios.
ü
Otros temas: los dos países acordaron su deseo de abrir los mercados
internos uno al otro. Nuevamente,
Estados Unidos planteó de manera contundente que espera avances en cambios
estructurales que van desde los derechos de propiedad intelectual, las barreras
para arancelarias o la seguridad cibernética.
No puede cantarse
victoria antes de tiempo, pero si la tregua llega a buen puerto y se puede
prolongar más allá de los 90 días ya pactados, sería otra buena noticia para
los mercados emergentes, que se suma a una postura más laxa de la Reserva Federal
para 2019. Ambas fuerzas apuntan en la misma dirección: que los inversores
internacionales vuelvan a tomar posiciones de riesgo. Recordemos que este año tanto las monedas como la deuda de los emergentes
fueron muy castigadas, sobre todo a partir de abril, cuando el "flight to
quality" cobró más fuerza.
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