"El Banco Central habilita instrumento
para promover el ahorro y el crédito a largo plazo y multiplicar el acceso a la
vivienda". Así publicó la Gerencia
de Prensa del BCRA una iniciativa que recibimos con mucho beneplácito y que
celebramos. El objetivo de cambiar
radicalmente el acceso a la vivienda para las familias argentinas tiene que ser
compartido por todos los involucrados en una cadena que va desde los bancos que
originan el crédito, hasta los inversores que proveerán el fondeo a ser
intermediado por los bancos.
El tema es complejo y difícil de agotar en una
sola discusión. En esta primera entrega
reflexionamos constructivamente sobre algunos aspectos que pueden apuntalar
esta iniciativa:
a) Este avión sólo vuela si el BCRA es exitoso
en meter a la inflación dentro del corredor de política monetaria que
sutilmente explicita en la nota al pie de página 1 del comunicado de
prensa:
(1) Teniendo en cuenta el sendero de inflación
proyectado por el BCRA, se asume la variación futura del CER - utilizada en el
cálculo del valor nominal de las cuotas de la nueva modalidad de crédito - que
tiene la siguiente trayectoria: primer año 25%, segundo año 14.50%, tercer año
10%, desde el cuarto año, 5% anual.
Sin llegar a cumplir por completo estos
objetivos, que son muy exigentes (ojalá así sea) esta iniciativa es ganadora
para todas las partes solamente si se modera sensiblemente la inflación. Si no, el deudor, el acreedor o el inversor
en Plazo Fijo se verá dañado en el largo plazo.
b) La moneda de cuenta del Inversor Argentino
promedio es todavía (y lamentablemente) el dólar. Esto es totalmente lógico dada nuestra
tradición de no poder mantener la estabilidad y poder de compra del Peso. Mientras dure la transición a un régimen de muy
menor inflación, los inversores compararán el rendimiento de un Plazo Fijo en
UVI con la alternativa de dolarizarse.
Si la devaluación que espera el inversor es mayor que la tasa real en
UVI, va a ser difícil que se produzca al principio ese click que lleve al
Argentino promedio a UVIzarse en lugar de dolarizarse.
c) El rol de las expectativas: las
proyecciones, tan importantes en las decisiones económicas, entran en juego
también en la nota al pie de página número 2 del comunicado de prensa del BCRA:
(2) Para el cálculo de la cuota del crédito
estándar a tasa fija, se asume un CFT de 24%.
A estos efectos, se consideraron el promedio ponderado de las tasas de
interés informadas al BCRA por las entidades que operaron en este tipo de
préstamo en marzo de 2016.
Claramente, las expectativas se han formado
hasta ahora en base a la historia (el promedio de inflación mensual de los
últimos 10 años ha sido 1.9% mensual) y el desafío es que las expectativas sean
formadas a partir de ahora en la evolución futura de la inflación, de ahí la
importancia del éxito que el BCRA logre en su política de inflation targeting.
d) La viabilidad del UVI depende de la
credibilidad institucional. Es requisito
mínimo la publicación del nuevo IPC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario