lunes, 4 de abril de 2016

Todo lo que siempre quiso saber sobre Inflation Targeting y no se animó a preguntar

En los últimos años, muchos bancos centrales han adoptado una técnica llamada “inflation targeting” para controlar el incremento generalizado en el nivel de precios.  Estamos hablando de 28 países que comenzaron su uso y lo mantienen (Nueva Zelanda fue el primero), mientras que los únicos 3 que lo abandonaron (Finlandia, España y la Eslovaquia) lo hicieron cuando se sumaron al área del Euro.  Entre nuestros vecinos latinoamericanos, Brasil, Méjico, Colombia y Perú se encuentran dentro de este selecto club.

Por qué hacerlo? Muchos bancos centrales comenzaron a utilizar la inflación como objetivo luego de que otros regímenes monetarios fallaron previamente.  En general, la política monetaria tiene que proveer de un ancla nominal a la economía, una referencia que evita que los precios desborden.  La primera ancla nominal que utilizaron los bancos centrales fue fijar el tipo de cambio a una moneda extranjera con baja inflación.  Sin embargo, esta decisión trajo como costo la pérdida de una política monetaria independiente y rigidez para absorber shocks externos.  Y cuando decidieron pasar a tipos de cambio flexibles tuvieron que buscarse una nueva ancla.  Fue así como los bancos centrales migraron a utilizar el crecimiento de la oferta monetaria como guía para controlar la inflación.  Este segundo enfoque resulta viable mientras el banco central pueda controlar la oferta monetaria y siempre y cuando  la demanda monetaria se mantenga estable.  La innovación en productos financieros produce turbulencias en la demanda de dinero y por ende obstaculiza la relación entre oferta monetaria e inflación.  Precisamente eso fue lo que forzó a los bancos centrales a buscar una nueva solución: establecer como objetivo directo de política la inflación a partir del uso extensivo de la tasa de interés.     

Cómo funciona? La teoría es simple.  El banco central proyecta la inflación futura y la compara con la inflación objetivo – la tasa de inflación que el gobierno considera apropiada para la economía.  La diferencia entre la proyección y el nivel objetivo es lo que determina cómo tiene que ajustarse la política monetaria.  La principal herramienta utilizada es la tasa de interés, ya que tasa de inflación y tasa de interés se mueven en direcciones opuestas.  Una de las mayores ventajas de una política de inflation targeting es que combina tanto elementos de “regla” como de “discrecionalidad”.  Esta discrecionalidad limitada permite tener un número exacto de objetivo de inflación a largo plazo que confiere la estabilidad de una regla, pero también tener flexibilidad para responder frente a shocks en el corto plazo.  El debate regla versus discrecionalidad en política monetaria será tema de otro post.

Qué se requiere?  Los requisitos son dos.  En primera instancia, es necesario que el banco central pueda desarrollar la política monetaria con un grado razonable de independencia.  En segundo lugar, es necesario que el regulador pueda efectivamente y desee realmente no utilizar otros objetivos de política monetaria, como por ejemplo el nivel de tipo de cambio nominal o el nivel de PBI. Cuando la inflación es el objetivo y la tasa de interés la herramienta de política, el tipo de cambio nominal será lo que tenga que ser.

Qué deberá hacer el BCRA si sigue el manual?

1.    Explicitar los objetivos cuantitativos de inflación para períodos futuros (digamos 2 a 3 años).

2.  Actuar con fuerza con todos los recursos a su alcance para comunicar y disciplinar a la opinión pública en que cumplir con los objetivos de inflación tiene prioridad sobre el cumplimiento de cualquier otra meta de política monetaria.

3.    Influenciar a través de las expectativas para que la toma de decisiones de los agentes privados vaya encajonándose dentro del corredor de objetivos de inflación para períodos futuros.


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