El gobierno se ha fijado como una de sus prioridades
cumplir con las metas de reducción del déficit fiscal. El mercado hoy acepta el
ajuste gradual, pero va a monitorear el cumplimiento de las metas “minuto a
minuto”. ¡Gradualismos si, inacción no!.
Las metas fiscales establecen un déficit primario que
se vaya reduciendo en un punto del PBI cada año
(4.2% del PBI en 2017, 3.2% en 2018 y 2.2% en 2019). Este esfuerzo hay que
hacerlo a pesar de que se espera que el gasto aumente en algunos rubros,
principalmente en jubilaciones por la reparación histórica y por el mecanismo
de indexación actual que implica una leve suba real en las jubilaciones cuando
la inflación baja.
Para cumplir esos objetivos seguramente el gobierno se
beneficiará de una mayor recaudación como resultado del crecimiento económico, que
aunque modesto igual suma (del orden del 3.5% anual
en promedio). No obstante, sin duda será
necesario reducir los subsidios a las tarifas por el equivalente a 0.9 puntos
del PBI por año en 2018 y 2019.
Las tarifas de gas, electricidad y transporte público en
2018 y 2019 deberían tener ajustes nominales cercanos al 45%, 50% y 60% por
año, respectivamente, para reducir los subsidios económicos cerca de 0.9 puntos
porcentuales del PBI por año y ayudar al gobierno a cumplir sus metas fiscales
en 2018 y 2019. Si bien los aumentos pendientes son
importantes, queda claro que lo peor en términos de ajuste de los precios relativos
de las tarifas ya pasó.
Estos aumentos implican una contribución directa a la
inflación cercana a 2.7 puntos porcentuales por año en 2018 y 2019. La contribución final a la inflación no es posible anticiparla, ya
que no hay modo de prever los efectos de "segunda ronda", aunque
estos no deberían ser menospreciados.
Los ajustes de
tarifas pendientes para el transporte público en 2018-19 son mayores que para
la electricidad y el gas en parte debido a que este año el gobierno decidió mantener congeladas las tarifas de los
colectivos, trenes y subtes.
Tras los ajustes de tarifas realizados a principios de
año y los pocos que quedan pendientes para octubre y noviembre, los subsidios
este año ascenderían a 2.6% del PBI, donde el gas se llevaría 0.7%, el transporte
0.8% y la electricidad 1.1%. Si se lograse una reducción de 1.7 puntos del PBI
en los próximos dos años, los subsidios económicos al gas, electricidad y
transporte pasarían a representar apenas 0.9% del PBI en 2019. No serían
eliminados por completo, ya que se seguiría
subsidiando parcialmente la tarifa regular y social al transporte (0.5% del
PBI) y se mantendrían las tarifas sociales al gas (0.3%) y la electricidad
(0.2%).
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